Cuando hablamos de diseño de espacios de trabajo no sólo hablamos de interiorismo. Las oficinas son el entorno donde debemos estar concentrados, ser creativos, eficientes y relacionarnos con nuestros compañeros durante una media de 35 años de nuestra vida. Debería ser una premisa de las empresas que el espacio donde trabajamos facilite y promueva el desarrollo de nuestras capacidades y funciones de la forma más óptima.
Está demostrado que uno de los factores que más afecta al rendimiento y al bienestar de los trabajadores es el entorno físico del trabajo. Una buena experiencia de las personas en la oficina mejora, no solo su productividad (hasta el 63% según diversos estudios), sino también su compromiso con la empresa. La iluminación, la acústica, el confort y la estética son aspectos vitales a ejecutar, pero no únicos. Las grandes compañías llevan décadas desarrollando oficinas con espacios estratégicamente planeados con la ayuda de expertos en la materia. Son conscientes de que a través del diseño mejoran la eficiencia de las personas y los departamentos, la gestión del tiempo, la comunicación y el trabajo en equipo. Y no solo eso, en un entorno de trabajo agradable promueve la actitud positiva frente al trabajo, aumenta la motivación y facilita que el equipo estreche lazos. Los indicadores demuestran que las empresas con áreas de descanso, gimnasio o salas de ocio, prestan índices menores de absentismo laboral. En una sociedad donde el estrés es el mayor causante de enfermedades y trastornos, parece lógico, ¿no?
El space planning estudia las necesidades concretas de cada empresa, los distintos puestos de trabajo y el comportamiento de los departamentos. Es un análisis previo al diseño del proyecto que favorece la creación de oficinas funcionales y agradables. Porque cuando conseguimos fusionar los intereses de la empresa y de sus personas, el resultado es extraordinario.